De cara a la Navidad en España las marcas principales de melón tipo "Piel de sapo" importan productos de sus campos en Sudamérica, fundamentalmente Brasil. Para ello necesitan realizar el transporte durante unos 18-21 días desde el lugar de origen (variable) hasta destino, que suelen ser los puertos de la costa española en el Mediterráneo. Sin embargo, especialmente a temperaturas inferiores a 12-13oC el melón puede presentar ciertos síntomas de daños por frío, tanto en forma de escaldaduras como de depresiones o incluso de pequeños puntos ("spots") que están frecuentemente asociados a microfracturas en la corteza donde es más probable su aparicion y son más visibles en zonas de la corteza amarillentas (Foto 1) . Afortunadamente son sólo superficiales aunque pueden ser colonizadas por hongos necrotrofos si no lignifican bien (Cladosporium sp., Alternaria sp., etc.).
También puede presentar riesgo de podredumbres en la zona del pedúnculo como el típico Fusarium sp. A veces en este último caso no se observa el micelio, pero si se observa la zona próxima como blanda y acuosa, y rajado en el pedúnculo (Foto 2). Estos frutos no deben comercializarse, pero si algún consumidor los detecta incipientemente el problema, incluso en casa, lo mejor es que corte la zona peduncular y un poco más ya que el Fusarium tiende a penetrar en la zona de la placenta pudriendo todo el fruto. Si la alteración ha invadido buena parte del mismo lo mejor es que descarte casi la mitad del fruto o su totalidad ya que comunican muy mal sabor a la pulpa que suele estar acuosa y descompuesta. En casos graves se ha encontrado micelio en el interior.
Ambas fotos fueron tomadas en un supermercado de Cartagena (Murcia, España) y los frutos proceden de una muy conocida marca de este tipo de melones. Estos problemas de alteraciones fisiológicas por frío son variables según año pero en 2016 parece que están siendo mayores según comentarios recibidos de algún importador con síntomas mucho más graves que estos.
Algunos de estos resultados aparecerán en un capítulo de libro que estoy preparando para la editorial CRC Press y que aparecerá a finales de 2017 posiblemente.
También puede presentar riesgo de podredumbres en la zona del pedúnculo como el típico Fusarium sp. A veces en este último caso no se observa el micelio, pero si se observa la zona próxima como blanda y acuosa, y rajado en el pedúnculo (Foto 2). Estos frutos no deben comercializarse, pero si algún consumidor los detecta incipientemente el problema, incluso en casa, lo mejor es que corte la zona peduncular y un poco más ya que el Fusarium tiende a penetrar en la zona de la placenta pudriendo todo el fruto. Si la alteración ha invadido buena parte del mismo lo mejor es que descarte casi la mitad del fruto o su totalidad ya que comunican muy mal sabor a la pulpa que suele estar acuosa y descompuesta. En casos graves se ha encontrado micelio en el interior.
Ambas fotos fueron tomadas en un supermercado de Cartagena (Murcia, España) y los frutos proceden de una muy conocida marca de este tipo de melones. Estos problemas de alteraciones fisiológicas por frío son variables según año pero en 2016 parece que están siendo mayores según comentarios recibidos de algún importador con síntomas mucho más graves que estos.
Algunos de estos resultados aparecerán en un capítulo de libro que estoy preparando para la editorial CRC Press y que aparecerá a finales de 2017 posiblemente.
Foto 1. Inicio de síntomas de daño por frío en la forma de pequeñas manchas "spots" en melón tipo "Piel de sapo". (C) Juan Pablo Fernández Trujillo |
Foto 1. Fusarium sp. en zona peduncular de melón tipo "Piel de sapo". (C) Juan Pablo Fernández Trujillo |